
por Cristina González Manzano (*)
Dado el entorno en el que vivimos, en el que las cosas cambian de ayer para hoy, es importante tener una mentalidad ágil, y para ello seguro que muchos de nosotros tenemos que cambiar nuestros paradigmas y comenzar a pensar desde otros puntos de vista.
Según mi experiencia entiendo que debemos ver la agilidad como una forma de ser, de pensar y de actuar que nos ayuda sobre todo a:
- Ser más eficientes.
- Mejorar cada día y pensar en la mejora continua como forma de trabajo diario.
- Ser capaces de ponernos en los zapatos de los clientes, bien sean internos o externos, para entenderlos en mayor profundidad.
- Satisfacer en mayor medida las necesidades de nuestros clientes, lo que redunda un aumento de “ventas”.
- Eliminar o mejorar procesos o procedimientos.
- Ser capaces de adaptarnos a los acontecimientos o retos que surjan de manera positiva.
- Retener el talento.
Esto es un reto al que nos enfrentamos y en el que, sin duda, debemos de trabajar tanto las personas a nivel individual como las organizaciones.
Hay personas que ya son ágiles sin más, y otras que tienen que desarrollar ciertas habilidades, porque además de entender qué es la agilidad, nos tenemos que preparar para poder ser ágiles y romper los paradigmas que comentábamos.
Todo esto es un proceso que hay que transitar y que te animo a caminarlo, descubrirás todos los beneficios que tiene ser ágil cuando logres por un lado, entender en profundidad qué es la agilidad y por otro, cuando tú mismo sientas que tienes las habilidades necesarias para comenzar a poner en marcha ciertas prácticas ágiles que te ayudarán a ser mejor en tu día a día.
¡A por ello! ¡Súbete al tren de la agilidad!
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